residuos hospitalarios

¿Cómo estamos hoy?

El manejo adecuado de los residuos hospitalarios es un problema actual que merece se le preste una atención especial. Basta saber que un hospital con una infraestructura de grandes dimensiones puede llegar a generar una tonelada de residuos  diariamente.

Pero la cuestión no pasa por la cantidad, de por sí relevante, sino por el tipo de residuos que contiene este volumen. Ese contenido es fuente de contaminación y enfermedades, y por lo tanto riesgoso para quienes les toca manipularlo.

Así es que según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las infecciones por hepatitis B (40%) y por VIH (15%), lideran las enfermedades por exposición ocupacional. Para este caso, los elementos cortopunzantes, limas, cuchillas, pipetas, láminas de bisturí o vidrio, serían los responsables. Pero también hay otro tipo de residuos.

Por una parte están los residuos químicos, que al entrar en contacto con otros elementos producen gases, vapores o humos tóxicos como algunos residuos farmacéuticos, como los frascos de ampollas y restos de medicamentos, y los desechos radiactivos. Todos estos, junto con los cortopunzantes, aunque representan poca cantidad, requieren tratamientos especiales.

Por otra parte están los residuos categorizados como no peligrosos. Aquí se encuentran los comunes, tales como papel, comida, etc., los reciclables, los inertes y los biodegradables. Estos tipos de residuos pueden constituir el 80% del volumen.

Entonces, cómo eliminarlos a todos, peligrosos y no peligrosos, es el dilema que se presenta como de difícil solución. En efecto, las opciones más usuales, son dos. A saber:

En primer lugar la quema, alternativa que genera toxinas que van al aire y actúan como fuente de contaminación ambiental. En segundo lugar, el descarte junto con los residuos no peligrosos. En este caso, el peligro es para quienes entran en contacto y para los partícipes de la reventa de elementos presentes en ellos, por ejemplo jeringas.

Intentando resolver el problema

Afortunadamente, el Perú cuenta con una herramienta para la gestión de residuos hospitalarios: la Resolución Ministerial N° 217-2004/MINSA. Un instrumento muy valioso para controlar y minimizar riesgos y proteger a los encargados de manejarlos.

Esta resolución supone un sistema de seguridad sanitaria que abarca todo el recorrido de los residuos. Desde la generación hasta la disposición final adecuada fuera del establecimiento.

La cada vez mayor conciencia ambiental de los diferentes estamentos, tanto del ámbito privado como público, han actuado como impulsores en la búsqueda de soluciones para este problema. Un reflejo de ello es la Ley N° 27.314, Ley General de Residuos Sólidos.

 

La gestión integral de residuos hospitalarios

En principio, para una gestión adecuada de los residuos se requiere poder identificarlos separadamente. Así, para eso existe un código de colores:

Rojo: para materiales cortopunzantes, biomateriales, anatomopatológicos y químicos
Verde: para biodegradables, comunes e inertes
Gris: para reciclables (vidrios, plásticos, papel, etc.)

En consecuencia, una vez generados los residuos hay que comenzar por disponerlos correctamente. Entonces, mediante la utilización de envoltorios con los distintos colores, se realiza la segregación para cada tipo de residuos.

1. Comunes, en bolsa verde

2. Reciclables, en bolsa gis de la siguiente manera:

  • Papel en recipientes exclusivos
  • Vidrio y botellas plásticas en contenedores
  • Cartón, plásticos, radiografías y latas de leche, deben ser entregados a  SERVIACTIVA

3. Biosanitarios –los que entran en contacto con materia orgánica, sangre o fluidos corporales- , en contenedores rojos con tapa a pedal, en bolsas rojas

4. Anatomopatológicos:

  • Vómitos y orina, se procede a la eliminación directa por alcantarillado
  • Los provenientes de restos humanos de todo tipo, en doble bolsa roja y siempre congelados

5. Cortopunzantes, en contenedores rojos tipo guardián siempre rotulados. Tener en cuenta lo siguiente:

  • Cuando alcanzan las ¾ partes de su capacidad o los 30 días de uso, deben ser depositados en bolsa roja

6. Químicos y farmacológicos, en contenedores rojos rígidos rotulados como de riesgo

7. Elementos citotóxicos, en contenedores rojos con bolsa y rotulados

8. Frascos de medicamentos citotóxicos, en contenedores rígidos tipo guardián especial, también rotulados

9. Metales pesados y mercurio, en frascos plásticos con aceite mineral, con las siguientes recomendaciones:

  • Manipular con guantes y tapabocas
  • En caso de esparcimiento, recoger con hojas de papel

10. Químicos reactivos, en frascos tipo garrafa, separados e identificados

 

Luego, de acuerdo a la ruta sanitaria que establece horarios y recorridos, se realiza la recolección y traslado de los residuos a los cuartos de almacenamiento. Todas estas tareas deben ser llevadas a cabo cumpliendo estrictas medidas de bioseguridad.

Finalmente, los residuos se pesan, se registran los pesos y cantidades de bolsas, se digitalizan los datos para obtener indicadores y se reportan a la secretaría de salud junto con los indicadores de gestión. Es lo que se llama Formato RH1.

Terminado este proceso los residuos están listos para ser entregados a las empresas de gestión externa. Estas, de acuerdo al tipo de residuo realizarán diferentes acciones:

  1. Incineración, bolsas rojas (residuos de riesgo biológico o infeccioso)
  2. Relleno sanitario, bolsas verdes (residuos convencionales, inertes y biodegradables)
  3. Aprovechamiento y disposición final, bolsas verdes (garrafas plásticas con líquidos)
  4. Reciclaje y reutilización, bolsas grises

En camino hacia una mejor calidad de vida

Como se ha mostrado, existen iniciativas muy importantes cuyo objetivo es lograr una eficiente y acertada gestión de los residuos hospitalarios. Pero, como siempre sucede, es necesaria la colaboración de todos los que intervienen en el circuito.

El resultado final será una mejor salud pública, y una mejor calidad de vida producto de una mejora en las condiciones del ambiente.  De manera que el esfuerzo se impone obligadamente. Solo así se podrá alcanzar la sostenibilidad, con la participación de todos y en todos los sectores involucrados.