La sostenibilidad ambiental es un tema que no solo domina la agenda pública, sino que también lo hace en al ámbito ciudadano. Existe una auténtica preocupación, y el debate en búsqueda de estrategias de protección ambiental es constante.
En ese contexto, surgen acciones orientadas a minimizar los impactos negativos sobre el ambiente. La Responsabilidad Extendida del Productor (REP), es una de ellas.
¿Qué se entiende por Responsabilidad Extendida del Productor (REP)?
Es un tipo de política pública ambiental focalizada en extender las responsabilidades de los fabricantes en todas las fases del ciclo total de la vida de sus productos, pero poniendo énfasis en la recuperación, reciclaje y disposición final de los mismos.
Las políticas REP priorizan medidas preventivas y políticas de comando-control. El objetivo de las mismas es incentivar a las industrias en la implementación de mejoras continuas en sus procesos y productos.
Un aspecto importante para comprender la importancia del concepto REP es su centralización en el ciclo de vida del producto y su relación con el –relevante- rol del productor en este tipo de políticas. Porque:
(i) El productor es quien introduce los cambios en las etapas de diseño, de manera tal que cumplan con criterios de sostenibilidad.
(ii) El productor es quién está mejor capacitado para reducir las externalidades negativas, sobre todo en la etapa de disposición final.
(iii) El productor es quién controla qué insumos utiliza, los sistemas de producción que adopta y los impactos que generan durante todo su ciclo de vida.
(iv) El productor es quien conoce los componentes, su peligrosidad y sabe el tratamiento que debe dárseles en la etapa final de su ciclo de vida.
La implementación de la REP libera parte de la carga financiera que supone la gestión de residuos sobre las instituciones públicas y otorga una mayor participación a los productores.
Las ventajas de la aplicación del concepto de Responsabilidad Extendida del Productor
Si bien la aplicación de otro tipo de programas puede alcanzar objetivos para un mejor tratamiento de los residuos, asignar responsabilidad en forma directa al productor tiene ventajas significativas.
- Se evitan situaciones en las cuales una responsabilidad que debe ser asumida por todos, termina siendo una responsabilidad de nadie.
- Se incorpora al precio del producto el costo del tratamiento de los residuos.
- Un productor que tiene una responsabilidad sobre la disposición final de los productos, tiene incentivos para hacer diseños que los hagan más manejables en su etapa final.
- El productor se termina involucrando físicamente en la gestión del fin del ciclo o comienza un diálogo con los actores downstream (río abajo).
- Se eliminan las sustancias tóxicas en la fuente o por lo menos se separan sus componentes nocivos, de manera de reducir los riesgos ambientales y en la salud pública.
- Se obtiene una mejora en el diseño de los productos y en los sistemas, ya que existe una alta correlación entre impactos causados por los productos a lo largo de su ciclo de vida y el diseño que ha determinado el fabricante.
La ejecución de políticas REP en el Perú
La corriente de Responsabilidad Extendida del Productor, llega al Perú en el año 2012. En ese momento es cuando se publica el Reglamento Nacional para la Gestión y Manejo de los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE).
No caben dudas que la gestión de los residuos sólidos es un problema cada vez más relevante. Pero esto no es privativo del Perú, sino que ocurre a nivel mundial. Las repercusiones en los ámbitos ambientales y sociales, estos últimos expresados en la salud de las personas, son manifiestas. Son factores que favorecen esos impactos:
- El creciente uso de tecnología en la sociedad
- La propia dinámica de los cambios tecnológicos, cada vez mayor
- Los productos tóxicos que intervienen en su fabricación
- La masiva generación de residuos provenientes de aparatos eléctricos y electrónicos
En ese sentido, el gobierno del Perú, a través del DECRETO LEGISLATIVO Nº 1278 del año 2016, contiene tres artículos en su Título III, que dan cuenta de lo siguiente:
- El involucramiento de todos proveedores de bienes en la adopción de medidas tendientes a hacer más eficiente su uso, al ecodiseño y a la recuperación y valorización de los residuos.
- Un régimen especial de gestión de residuos de bienes priorizados, los cuales incluyen bienes que producen elevados volúmenes de residuos o bien son de alta peligrosidad y requieren manejos especiales.
- La celebración de convenios entre cualquiera de los proveedores de bienes y la Municipalidades o Empresas Operadoras de Residuos, para una gestión eficiente de los residuos priorizados.
A manera de síntesis, la REP tiene el potencial no sólo de asegurar que la gestión de RAEE se realice de manera adecuada para el medio ambiente, sino de ocuparse de la raíz del problema, es decir, el diseño de todo tipo de productos y sus sistemas. Para que esto sea posible, debe delinear diferentes tipos de responsabilidades para diferentes actividades y seleccionando e implementando políticas mixtas.
En todo caso a partir del año 2016 los productores peruanos deben tener plena conciencia medioambiental desde el diseño, producción, comercialización y disposición final adecuada en un relleno sanitario de seguridad con todas las garantías y experiencia del caso, para cerrar el círculo de la REP, con 100% de seguridad y tranquilidad medioambiental.
